jueves, 3 de mayo de 2012

_¿Y si de repente abres la puerta y detrás resulta que no había un abismo, ni una tormenta? ¿Y si la verdadera tormenta estuviera en el silencio en el que nos escondemos?
_No lo sé. No quiero ir a comprobarlo.
_Aquí acabaremos muriendo igual.
_Pero si nos quedamos aquí acabaremos deseando morir, y será fácil, será lo que deseamos, habremos cumplido nuestras expectativas.
_Entonces deja que te mate.

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